En una espléndida noche de sábado hemos enriquecido el alma asistiendo a la comedia musical Los Miserables de Víctor Hugo, puesta en escena este fin de semana en Asunción. Novela que deja al descubierto las miserias humanas, donde los miserables que lo único que poseen es su honradez luchan por salir a la luz y otros se resbalan aun más hacia las profundidades de averno interior.
La calidad interpretativa del elenco fue excelente y conociendo la calidad humana de Iván Allende (Javert), y su diaria lucha por la equidad social y el derecho a la salud, no nos queda más que agradecerle a esta producción permitirnos dar este alto en el trabajo para tener un momento de profunda reflexión humana.
A continuación dejo para ustedes el prólogo que el propio autor escribiera en la novela en el año de 1862, cuya vigencia en nuestros días nos muestra que aun existe la ignorancia y la miseria.
"Mientras a consecuencia de las leyes y de las costumbres exista una condenación social, creando artificialmente, en plena civilización, infiernos, y complicando con una humana fatalidad el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradación del hombre por el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas; en tanto que en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos y bajo un punto de vista más dilatado todavía, mientras haya sobre la tierra ignorancia y miseria, los libros de la naturaleza del presente podrán no ser inútiles". Víctor Hugo 1862.