Gentileza: Danilo Fernandez
Hoang, Margaret L. et al. “Mutational Signature of Aristolochic Acid Exposure as Revealed by Whole-Exome Sequencing.” Science Translational Medicine 5.197 (2013) : 197ra102–197ra102. 7 Sep. 2013. .
Poon, Song Ling et al. “Genome-Wide Mutational Signatures of Aristolochic Acid and Its Application as a Screening Tool.” Science Translational Medicine 5.197 (2013) : 197ra101–197ra101. 7 Sep. 2013. .
Estudio, publicados en la revista Science, han confirmado que un ingrediente contenido en algunos de estos compuestos de origen natural resulta cancerígeno para el hombre. El responsable sería el ácido aristolóquico, o aristoloquina, presente en plantas del género Aristolochia.
Hasta la fecha, unos pocos trabajos científicos han demostrado este vínculo directo. Todos ellos se basan en el estudio de las mutaciones de un único gen, P53, asociado al tumor maligno del tracto urinario superior. En cambio, Bin Tean Teh, de la Universidad Nacional de Singapur, y sus colaboradores han analizado el tejido de nueve pacientes de Taiwán que presentaban este tipo de enfermedad y que habían tomado el ácido aristolóquico a lo largo de su vida.
Investigaciones previas establecieron que algunos agentes carcinógenos dejan huellas en el genoma de las personas en forma de alteraciones características de las letras que componen el DNA. Dado que el cáncer del tracto urinario superior se manifiesta en los riñones, Teh y sus colaboradores han comparado, por cada probando y mediante secuenciación genética, el tejido del órgano alterado con el sano.
Según sus resultados, las primeras muestras presentaban hasta 1500 mutaciones genéticas, el nivel más alto jamás registrado tanto en fumadores con cáncer de pulmón como en pacientes con cáncer de piel. Los científicos también han encontrado una conexión entre la artisoloquina y el cáncer de hígado, tras detectar una huella genética muy similar en un paciente afectado por dicho trastorno.
Durante siglos, las hojas de las plantas del género Aristolochia se han utilizado en China (así como en la Grecia antigua) para el tratamiento de la artritis y para aliviar los dolores del parto, entre otros. Los primeros indicios sobre los efectos dañinos el ácido aristolóquico fueron registrados en la década de los años 90, cuando se descubrió que, en Bélgica, decenas de mujeres con insuficiencia renal aguda eran consumidoras de suplementos dietéticos para la pérdida de peso.
Años más tarde, se descubrió un vínculo entre dicho trastorno y el trigo usado para elaborar los productos adelgazantes y cultivado en las regiones rurales atravesadas por el río Danubio. Al parecer, durante el periodo de la cosecha, este cereal había sido contaminado por plantas del género Aristolochia. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer ha clasificado los compuestos herbales derivados de estos vegetales como carcinógenos del Grupo 1, lo que significa que hay suficientes evidencias de que cause enfermedades tumorales en seres humanos.
No obstante, actualmente el ácido aristolóquico se sigue empleando en numerosos países para la elaboración de suplementos dietéticos o productos naturales de la medicina tradicional china indicados para tratar los dolores menstruales y el reumatismo. Los responsables del nuevo estudio anhelan que sus resultados planteen un nuevo debate sobre la comercialización de este compuesto.
“Compuestos Herbales Dañinos.” Investigación y Ciencia. 7 Sep. 2013. .