Con una protección del 96% en ratones una vacuna en experimentación abre luz sobre su eficacia contra la fase crónica de la enfermedad y contra el daño que ésta causa al corazón y otros órganos.
Los investigadores de la Universidad de Texas, Estados Unidos, indujeron anticuerpos de un de un panel de 11 antígenos de Trypanosoma cruzi, el parásito que provoca la enfermedad. Con dos de los antígenos ensayados (TcG2 y TcG4) desarrollaron una vacuna -TcVac3– donde usaron una combinación de vectores de ADN y la cepa atenuada del virus Vacci-nia (MVA), método conocido como ‘DNA-prime/MVA boost’.
El uso de solo dos antígenos y el método de administración escogido se tradujeron en que la fórmula final de la TcVac3 fuera la más económica y simple de producir. Los investigadores administraron a los ratones dos dosis y dos semanas más tarde les inocularon T. cruzi. Al sacrificarlos, 30 y 120 días más tarde –períodos que coinciden con las fases aguda y crónica del mal de Chagas, respectivamente– comprobaron que 92 y 96% había sido protegido. La investigadora y sus colegas están ensayando los antígenos en muestras de suero obtenido de voluntarios argentinos, brasileños, mexicanos y guatemaltecos que viven en áreas endémicas de mal de Chagas.
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