Diagnosticaran la enfermedad de Chagas con sensores de silicio

diagnostico de chagasFuente: Reporte Epidemiologico de Cordoba 1148. Se trata de un sensor que permite detectar la presencia de anticuerpos contra Trypanosom cruzi en el suero o plasma de un paciente, que fue desarrollado en Santa Fe. La presencia de estos anticuerpos  indica que el paciente ha contraído la enfermedad de Chagas. Es un sistema que permite un diagnóstico rápido, y sobre todo de bajo costo. Los sensores basados en la medición de la repuesta óptica de estructuras de silicio poroso son conocidos desde hace algún tiempo, sin embargo aún no tienen una amplia difusión a nivel comercial. La mayor parte de ellos se encuentran en etapa de investigación y desarrollo. Esta innovación está basada por un lado en la alta sensibilidad (dada por el material nanoestructurado, y la propia técnica de medición) y la especificidad del método de medición (determinada por la incorporación de proteínas antigénicas recombinantes de T.cruzi) por el otro. El método de detección consiste en la medición de espectros de reflectancia de una lámina muy delgada de silicio poroso. El silicio es el mismo material que se utiliza en las celdas fotovoltaicas. En este caso se usa una lámina de silicio a la que se le hace un ataque electroquímico que da lugar a una estructura porosa. Controlando las variables del ataque uno puede lograr el tipo de poro adecuado a la necesidad de la aplicación. La reflectancia de la lámina delgada es dependiente del contenido de los poros como consecuencia de cambios en el índice de refracción, y este método es capaz de detectar dichos cambios. El proceso implica fijar primero la proteína recombinante en los poros, para que luego reconozca los anticuerpos provocando el cambio medible.

La detección de la enfermedad se puede hacer de diferentes formas. En la actualidad, las reacciones serológicas más utilizadas son: hemaglutinación indirecta (HAI), ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA) e inmunofluorescencia indirecta (IFI). Dichas técnicas requieren del uso de reactivos costosos, y tiempos largos de detección. “El biosensor que nosotros planteamos, a la vez que combina las ventajas de la detección óptica con la tecnología de los inmunoensayos, es un método sencillo, rápido y económico de medición en tiempo real”, explica el Dr. Roberto Arce, investigador del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC). Este tipo de sensores se han venido desarrollando desde hace unos diez años por diversos grupos a nivel internacional, principalmente orientados a la detección de ADN. Lo que actualmente están desarrollando es la continuidad de un programa dirigido por el Dr. Roberto Koropecki, que comenzó en el avance del conocimiento de las características del silicio poroso. A posteriori, Koropecki, en colaboración con el Dr. Raúl Urteaga y el Dr. Leandro Acquaroli, desarrollaron un sensor que se encuentra actualmente en trámite de patentamiento.

Finalmente, basándose en la  experiencia adquirida en el grupo, quien ha llevado adelante el trabajo del desarrollo del sensor para el mal de Chagas ha sido la biotecnóloga Liliana Lasave, bajo la dirección de Arce y con la codirección de la Dra. Verónica González. Existe un grupo en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), dirigido por el Dr. Iván Marcipar, que viene trabajando desde hace tiempo en el tema de mal de Chagas junto a González. “Tomando como antecedentes los trabajos realizados por dichos investigadores, y el sensor creado previamente por nuestro grupo, consideramos que el desarrollo de un biosensor era un camino lógico a seguir. Por otro lado me parece apasionante el trabajo en temas interdisciplinares”, apunta Arce.

Tal como se dijo más arriba, la problemática es la búsqueda de métodos de sensibilidad adecuada, de bajo costo. Este sensor reuniría estas características. Por el momento, el proyecto está en etapa de desarrollo. Es decir, la etapa del trabajo con sueros no humanos. Cuando se complete la misma, se debería pasar a la etapa de valoración con suero humano.  El proyecto ha sido financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través de sucesivos proyectos de investigación científica y tecnológica (PICT) y por el sistema de financiamiento a la investigación de la propia Universidad Nacional del Litoral. “El desarrollo de un sistema simple, y barato para el diagnóstico del mal de Chagas puede tener impacto sobre un amplio renglón de la sociedad, la que se encuentra sometida a esta enfermedad. En muchos casos, las regiones en las cuales se encuentran los enfermos coinciden con bolsones de pobreza, además de ser de difícil acceso. Consideramos que podemos contribuir a facilitar el diagnóstico masivo”, estima Arce.