En un artículo reciente, un grupo de expertos liderados por el Dr. Jorge Alvar, del Programa de Control de Leishmaniosis de la Organización Mundial de la Salud, han realizado un recuento de casos de leishmaniosis visceral y cutánea, así como sus tratamientos y medidas de control. A continuación dejo un breve resumen de este importante estudio. Como parte de los esfuerzos dirigidos por la Organización Mundial de la Salud para actualizar la evidencia empírica de base para las leishmaniosis, expertos nacionales aportaron datos de los casos de leishmaniosis en los últimos 5 años, además de la información sobre el tratamiento y control en su respectivos países; también se llevo a cabo una revisión exhaustiva de la literatura cubriendo las publicaciones sobre leishmaniosis en 98 países y tres territorios. Información adicional fue recogida durante las reuniones llevadas a cabo en la OMS a nivel regional entre 2007 y 2011.
Dos cuestionarios con respecto a la epidemiología y el acceso de drogas fueron completados por expertos y gestores de programas nacionales. Rangos sobre incidencia de la leishmaniosis visceral y cutánea se estimaron por país y en regiones epidemiológicas sobre la base de incidencia, las tasas de subregistro, si estaban disponibles, y la opinión de expertos nacionales e internacionales.
Con base en estas estimaciones, ocurren anualmente aproximadamente de 0,2 a 0,4 y 0,7-1.200.000 casos de leishmaniosis visceral (VL) y cutánea (CL) respectivamente. Más del 90% de los casos mundiales de VL se producen en seis países: India, Bangladesh, Sudán, Sudán del Sur, Etiopía y Brasil. La leishmaniosis cutánea se distribuye más ampliamente, con cerca de un tercio de los casos, los cuales ocurren en cada una de las tres regiones epidemiológicas, las Américas, la cuenca del Mediterráneo y Asia occidental, desde el Oriente Medio hasta Asia Central. Los diez países con el número de casos estimados más elevado son Afganistán, Argelia, Colombia, Brasil, Irán, Siria,Etiopía, Sudán del Norte, Costa Rica y Perú. En conjunto estos países representan el 70 y el 75% de la incidencia global estimada de CL.
Los datos de mortalidad fueron muy escasos y generalmente representan las muertes en los hospitales solamente. Usando una tasa de letalidad general del 10%, alcanzamos un estimado tentativo de 20.000 a 40.000 muertes por leishmaniosis por año. Aunque la información es muy pobre en varios países, este es el primer ejercicio en profundidad que intenta estimar el impacto real de la leishmaniasis. Estos datos deberían ayudar a definir estrategias de control y reforzar la promoción de las leishmaniasis.
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